En varios países de Sudamérica la cuarentena se extendió por más de cien días. Si bien el “hombre es un animal de costumbres” también podemos estar adquiriendo conductas que afectan nuestra disciplina, salud y el propio rendimiento. Por eso te traemos varias recomendaciones desde nuestra propia experiencia a estos factores que sin duda, afectan el desarrollo de nuestras actividades.
Horarios:
Parece sencillo, pero trabajar en casa tiene varias ventajas y desventajas. Una de ellas es el manejo del tiempo. Al no estar físicamente con el resto del equipo es imposible adivinar cuándo están disponibles y cuándo no. Como empleados y empleadores debemos establecer límites y un horario razonable para hablar temas de trabajo. Mencionar a través de los grupos al principal involucrado si nos vamos ausentar por otro tipo de actividad relacionada con la dinámica de trabajar en casa.
Organización:
Hacer una lista de tareas diarias será de gran utilidad. El principal aliado para lidiar con la rutina del trabajo en casa es la organización. Tener un espacio adaptado para ello, establecer horarios -muy atado al punto anterior- cronogramas de las distintas actividades, metas por mes, etc. Alejarte de la cocina y la cama para trabajar, no solo por su salud física sino mental. El órden transgrede cada escenario donde te desenvuelves y claramente, con las actividades que realizas.
Formación:
Si los dos primeros puntos marchan a la maravilla, podrás sacar un tiempo para estudiar y dedicarte a aprender algo nuevo. Esté o no relacionado con tu trabajo, abrir tu mente a otros temas y adquirir nuevos conocimientos te generará un espacio de creatividad y nuevas ideas que serán de gran utilidad.
Otras actividades:
En tus días y momentos de descanso, aléjate del trabajo completamente. Dibujar, pintar, cocinar, ver series o hablar con amigos; dispersarse es otra forma de descansar de trabajo. Así que no dudes en dedicarte tiempo. El ritmo de trabajo en la semana puede ser abrumador, es mejor tener la mente despejada de vez en cuando.